Solo es cuestión de proponérselo. En Alemania lo
organizan, pero en Latinoamérica, podríamos arreglarnos más sencillamente, si
tomamos la decisión. Internet tiene todo aquello que queramos concretar.
¡¡¡¡Animarse!!!!Los jubilados alemanes se van de au-pair al extranjero
Ya quedaron atrás aquellos tiempos en los que los
jubilados alemanes iban repartiendo divisas por medio mundo, eran los turistas
más ricos y los que mejores propinas dejaban. La crisis ha tenido como consecuencia
unas pensiones mucho más ajustadas, pero ellos siguen teniendo las mismas ganas
de viajar, así que se van de au-pair.
Una agencia en Hamburgo, Granny Au-pair tramita esta
posibilidad para alemanes mayores de 50 años, aunque coloca fundamentalmente a
mujeres jubiladas y el límite no lo establece la edad, sino las
condiciones en que se encuentre el aspirante. Son asignados a hogares de acogida por todo el mundo, donde reciben alojamiento, manutención y dinero de bolsillo a cambio de ocuparse de los niños de la casa durante determinadas horas al día.
"Las familias prefieren tener algo más parecido a
un abuelo que a un hijo adicional que en ocasiones no es todo lo responsable
que desearían, por eso nos vemos desbordados por la demanda de hogares de
acogida que quieren tener un au-pair de la tercera edad", explica Michaela
Hansen, la fundadora del proyecto.
Mary Poppins, au-pair |
Lo más habitual es que se vayan por un período de seis meses o un año, después regresan a Alemania, descansan, y hay muchas que repiten porque la experiencia les ha parecido estupenda", señala.
Inge, de 70 años, es una de estas au-pair de la
tercera edad. Enfermera jubilada, con 3 hijos y 6 nietos, acaba de pasar 6
meses en Tasmania cuidando de Eliot, un niño de 4 años al que considera casi
como a un nieto más. "Leí por primera vez el anuncio de la agencia hace
dos años, pero entonces estaba cuidando a mi madre enferma. Y cuando llegó el
momento lo tuve muy claro. Con mi pensión puedo permitirme algún viaje, por
Europa y poco más, pero no podía soñar con pagarme un viaje a los países más
lejanos que deseo conocer".
Waltrud, de 64 años, tuvo au-pair en su casa cuando
sus hijos eran pequeños, para ayudarles con el inglés, y acaba de volver de
EE.UU. donde una familia de padre alemán y madre china buscaba reforzar la
lengua alemana de Alexander de 6 años, lo que le ha permitido conocer a fondo
Colorado y la sociedad norteamericana desde dentro. "Recibía 50 dólares a
la semana para mis gastos y solo he tenido que pagar el billete de avión. Ha
sido una gran experiencia y me ha permitido ahorrar algo de dinero de mi pensión",
confiesa la hasta hace poco maestra de primaria.
El proyecto se puso en marcha en 2010 y ya han
participado más de 200 jubilados. Constituye una tendencia al alza, recibe
asesoría y apoyo estatal y proyecta en un futuro extenderse a otros países.
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