Acabo de leer su libro autobiográfico, muy atractivo que muestra una vez más que cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles. E invito particularmente a todos los que vamos en camino de la longevidad a reflexionar nuestra propia síntesis para los que nos sucedan.
Transcribo la de NellyQueridos hijos y nietos:
Después de varias décadas, a través de este libro me atrevo a compartir mi pequeña experiencia con Uds.
1= Que la vida es “Nunca te prometí un jardín de rosas”. Es cierto, promesas aparte, la vida nos da una mano verde para que todos podamos sembrarlas, cultivarlas y gozarlas cuando están en su más grande esplendor.
3)= Que estamos hechos de tiempo y nosotros somos un principio y un fin– por eso mismo somos los recuerdos y somos el olvido. Aquí estamos para vivir cada instante valioso, como el sabio Séneca, que dijo –no es que dispongamos de poco tiempo para vivir nuestras vidas, sino que perdemos mucho tiempo para hacerlo-.
4=Que acumular riquezas materiales de nada sirve si no enriquecemos nuestro espíritu. Qué maravillosa riqueza la que está en nuestro cuerpo y en nuestra alma; la prueba está en el momento de partir, cuando dejamos un cuerpo, éste seguirá nutriendo la tierra con sus cenizas.
6= Que este mundo es una nave misteriosa y nosotros, los navegantes podemos mirar a ambos lados del camino. Así unos podemos elegir los asientos con ventanillas del lado del paisaje del egoísmo, y otros, el lado bueno de la generosidad. De un costado se puede divisar a los dueños del planeta, del otro, a los huérfanos y a los desposeídos de este mundo.
7= Que tardamos en aprender que la felicidad no está en ninguna parte que no sea dentro de nosotros.
8=Que nos demoramos en transmitir esta felicidad a los demás, en especial a quienes la siguen buscando fuera de sí. La felicidad es una flor, pero no está en un jardín; la felicidad es un libro, pero no está en ninguna biblioteca; la felicidad es una diosa, pero no está en ningún otro templo que no sea el de nuestra mente.
Dicho sea de paso, la palabra felicidad en francés se dice “bonheur”, Buenas Horas.
Por último, unas palabras de Deepak Chopra me ayudan a terminar este prólogo: “El pasado es historia; el futuro, un misterio; el hoy es un regalo.
Hijos y nietos míos, ustedes son mi regalo y yo se los agradezco con este libro y con mi consigna:
NADA SIN AMOR
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