En el post anterior hablé de las nuevas generaciones que no
le temen al cambio, y saben que ninguna ola es igual para surfear la vida.
Tratemos de asimilar estos nuevos criterios de vida, porque
la confusión nos está volviendo locos.
Los jóvenes que no quieren envejecer, no saben cuando dejan
de serlo. El fenómeno Peter Pan se expande. Algunos viejos se ofenden si se les
da el asiento. Me consta que algunos jóvenes no saben qué es mejor, si no dárselos
y que corran todos los riesgos, especialmente en el transporte público, o no
ofenderlos como parece que ocurre.
A mí me pasó estar parada en una esquina yendo a un almuerzo
¡Divina! y se acercó un adolescente de 17 más o menos y me dijo: ¿Abuela me das
algo de plata? Yo demostré tener mi entereza, porque no morí de un infarto. Y
no solo eso, era muy posible ser su abuela. ¿Pero las abuelas pueden ser sexys?
Hasta no hace mucho, la mayoría de mis pacientes que
atravesaban la menopausia, casi se despedían del sexo junto con los estrógenos
y la sequedad vaginal. Ahora los lubricantes los tira el avión y encima
saborizados.
Nacha Guevara, una actriz argentina que siempre negó haberse
hecho cirugías decía que parecía décadas más joven por alimentación vegetariana
y meditación -y todas las mujeres
queríamos comer lechuga y meditar, para tener algo de ella. Hoy dice que con
las cirugías no alcanza, que usa la meditación como complemento ideal.
Como dice el tango:”Al mundo le falta un tornillo, que venga
un mecánico para ver si lo puede arreglar”.
Comamos sano, hagamos ejercicio y decidamos en cuál edad nos sentimos cómodos, todo vale, la 3ª, la 4ª, ¿la 5ª?. Todo es cuestión de actitud,
hasta los 100 tenemos tiempo.
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