¿Cómo
definiría la felicidad?
“Como la ausencia del miedo, y si está en alguna parte -como
ocurre con los demás mamíferos-, es en la sala de espera de la felicidad.”
¿Hay
una base genética de la felicidad? ¿A dónde se encuentra?
“En el cerebro. Pero sólo en parte. Uno de los grandes
descubrimientos de los últimos diez años ha sido zanjar el viejo debate entre
los partidarios de la programación genética como fuente de la felicidad y los
que alegaban, por el contrario, la importancia de la experiencia individual.
Hoy sabemos que estamos programados para ser únicos, gracias al impacto de la
experiencia individual sobre nuestras
estructuras cerebrales o genéticas.”
¿En
qué medida depende de cada uno estar bien?
“Ni siquiera el nivel de renta es una de las
dimensiones de la felicidad: salvo en el caso de una vida que transcurra por
debajo de los niveles de subsistencia; sólo en este caso “el dinero es igual a
la felicidad”. Las dimensiones reales, las que figuran en primer lugar como
modeladores de la felicidad, son las relaciones personales y en segundo lugar,
el control de tu propia vida.”
¿Por
qué los miedos nos impiden ser felices?
“Es cierto que una cierta ansiedad (no miedo) es
necesaria para ponerte en estado de alerta.
De la misma manera que una cierta tristeza (no estrés) facilita un mejor análisis de la situación. Pero el miedo no conduce a ninguna parte, paraliza los mecanismos de decisión, corroe por dentro, obnubila e impide ver la realidad. El miedo tenía una ventaja en los tiempos primitivos que difícilmente pueda invocarse hoy: al paralizar todos los reflejos cuando una hiena podía atacar, evitaba muchas veces que la presa potencial entrara en el campo de visión del animal. Puede que ocurra algo parecido en una esquina oscura, pero no es corriente."
De la misma manera que una cierta tristeza (no estrés) facilita un mejor análisis de la situación. Pero el miedo no conduce a ninguna parte, paraliza los mecanismos de decisión, corroe por dentro, obnubila e impide ver la realidad. El miedo tenía una ventaja en los tiempos primitivos que difícilmente pueda invocarse hoy: al paralizar todos los reflejos cuando una hiena podía atacar, evitaba muchas veces que la presa potencial entrara en el campo de visión del animal. Puede que ocurra algo parecido en una esquina oscura, pero no es corriente."
Comúnmente
la felicidad se asocia con el bienestar económico…
“Es un mito, para empezar la multiplicidad de objetivos
-que se intentan materializar cuando los ingresos son mayores- son una fuente
de ansiedad: en primer lugar no hay más remedio que ordenar las necesidades y
en esto mucha gente se equivoca y para todos se genera ansiedad. En segundo
lugar, todos los experimentos efectuados
demuestran que los niveles de renta solo condicionan la felicidad cuando
el nivel de subsistencia es inferior al promedio.”
¿Por
qué es tan común creer que estar bien o no depende de los otros?
“Muy a menudo hay personas que atribuyen a factores
externos como el desprecio o la ira, la infelicidad. Ahora bien, por lo general
es la inconformidad con uno mismo la fuente de la soledad, la tristeza y el
dolor. Si ha faltado el tipo de trato al que me refería antes: autoestima,
curiosidad y afecto nos enfrentamos a un individuo que suele odiar a los demás,
por supuesto, pero también a sí mismo. Muy a menudo no es el odio de los demás,
sino el odio a sí mismo el responsable de la infelicidad.”
¡Gente! Manos a la obra. La felicidad no depende de los
demás, ni siquiera de lo económico si se tienen cubiertas las necesidades
básicas.
Luego con tantas décadas por vivir, ocuparnos de ser
felices es casi una responsabilidad.
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