No sé si con intención o no, pero el film resulta algo tedioso y se lo atribuyo a que gira en torno de los viejos paradigmas del amor y la pareja. El que más me impactó: una mujer que lleva treinta años de casada y los mismos de frustración, porque siente que nunca ha estado enamorada, quiere a su marido y jamás lo dejaría, pero no soporta no haber vivido una pasión e intenta algún que otro amorío. Claro que entonces siente culpa y entonces decide alentar a una muchacha de menos de treinta años para que rompa su compromiso matrimonial en pos de un affaire apasionado que la confunde un poco.

Por suerte ya, las nuevas generaciones se dan cuenta que muchos de nuestros consejos, tienen que ver con reparar nuestras asignaturas pendientes y no con sugerencias para encontrar respuestas en el propio corazón.
¡Atención hombres y mujeres en parejas de más de veinte años! Nos quedan por delante treinta años o más y no parece una buena idea seguir con la queja eterna. Son demasiadas décadas por vivir aún y estamos a tiempo de tomar las decisiones que creemos serán lo mejor para nosotros y para quienes nos rodean.
Está la posibilidad de la separación, de la infidelidad y también de despedir la frustración y “que se calle para siempre”, de lo contrario nuestra negatividad no sólo nos traerá amargura sino que la transmitiremos a quienes nos rodean.
[Foto de
carlosjtj]
No hay comentarios:
Publicar un comentario