Gracias a la ciencia y la gerontología, la esperanza de vida es cada vez mayor y esto nos lleva a reflexionar: ¿Cómo prepararnos para nuestro envejecimiento? ¿Cómo enfrentar la vejez de mis padres? ¿Cómo mejorar la calidad de vida? Muchos nuevos desafíos nos esperan y espero en este espacio poder ayudar a que todos tengamos un envejecimiento pleno y lleno de vida...
Tarde o temprano, llegará: ¡la batalla contra el tiempo, ya está perdida! Así que mejor preparémonos para disfrutar cada minuto...
Cariños,
Elia
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miércoles, 31 de marzo de 2010

Los nuevos abuelos

Insisto en que de nosotros los abuelos, depende mucho el grado de atención que despertemos en los niños.

Los abuelos ya no son lo que eran, muchos piensan que en esta afirmación hay nostalgia, pero yo prefiero destacar las nuevas oportunidades que tenemos de armar un perfil diferente; nunca voy a parecerme a mis abuelos, porque simplemente el mundo cambió tanto, que yo ya parezco de otro planeta y ni pensar lo que sería mi abuelo hablando con mis propios nietos.

En SoloMayores.net hay un artículo acerca de ¿Quién es un abuelo? y dado que esta es una preocupación que nos involucra a todos, es interesante que cada uno tome la responsabilidad de ir armando el nuevo modelo de abuelo que quiere ser; las historias siguen siendo interesantes para ser contadas, porque en mi caso, con sólo decir que cuando niña no existían ni los semáforos, ni la T.V. resulta tan inédito, que cualquier adolescente abriría los ojos sorprendido y se dispondría a escuchar. Además el ratón Pérez, al menos en Argentina, pasa siempre por la casa de los abuelos.

De hecho en los Foros para seniors en InfoElder.com se inició un debate que facilita la participación. Hagamos una síntesis de todo lo bueno que hubo y habrá en ese rol generacional, que si tenemos suerte de vivir varias décadas, nos tocará a la mayoría.

Contar nuestras historias, una actividad que debemos sugerir a InfoElder.com para que la incluya en su completo sector de Actividades para Mayores.

domingo, 21 de marzo de 2010

Una mujer simple y en paz

Siempre sonriente, siempre de buen humor, siempre fue así y veo que sigue siéndolo.

El secreto según mi visión de sobrina: siempre aceptó los sucesos de la vida. No es poco.

Superó la muerte de un hijito, pasó por un cáncer, acompañó el doloroso final con Alzheimer muy avanzado del que fue su marido por sesenta años, y aquí la vemos tratando de no perderse el Bingo semanal, y explicando por qué ya no baila; resulta divertido que explique las razones. Pero para ella y su hermana de 94 -que se ufana de no dejar de bailar aunque tenga que hacerlo sentada-, bailar fue una llave para reflotar la alegría cada vez que un hecho la ensombrecía.

¡Agradezco a la vida, tener parte de su actitud en mis genes!



Otra entrevista del ciclo de videos que espero le guste. Haciendo click aquí podrá encontrarlas todas juntas en una misma página.

Longevos: Libres de elegir

Son libres pero no tanto; los hijos solemos tomar decisiones que creemos que son lo mejor y no siempre coincide con el deseo de nuestros mayores.

En este caso ni siquiera sabía si le iban a festejar los 80, pero da sus razones para que no lo hagan. Las fiestas grandes la ponen de mal humor, de manera que lejos está de aceptar una gran reunión propia. No sale en la entrevista, pero ocurrió que un mes antes del cumple se fracturó el peroné y la tibia; el yeso por 40 días cerró el tema de los posibles festejos.

Hay muchas cosas que esta tía encuentra resistencia, una es cuando dice que está entregada, en realidad suena mal, pero yo que la conozco entiendo que se refiere a que está en balance cero en cuanto a lo espiritual y su físico le está dando mucho más trabajo de lo que le gustaría.

Toma siete medicaciones en total desacuerdo, dice que la dejan como dopada, que le quitan lucidez, cada vez que pasa por el quirófano -que ya lo hizo muchas veces- se pregunta: ¿Qué hago otra vez aquí? Ya no quiero más esto para mí, lo que viene de aquí en más es solo deterioro y sufrimiento.

La verdad es que coincido con ella; por suerte piensa que tiene tanta gente querida arriba como abajo, y está segura de reencontrarse con todos sus muertos queridos.

En realidad nos reímos mucho, porque quiere partir, desde ya naturalmente y no sabe bien cómo transitar este último tramo, sin complicarle la vida a los que la rodean.

Ya va a encontrar la salida, la encontró siempre, ¡por qué la va a perder justo ahora!



Y siguen las entrevistas del ciclo de videos que espero le guste. Haciendo click aquí podrá encontrarlas todas juntas en una misma página.

Ponte en su piel

Acabo de tomar contacto con la campaña "Contra el Maltrato a los Mayores", que recomiendo, pues se propone favorecer las relaciones de respeto con los mayores.

Transcribo el decálogo fundacional:

1. Dignidad. Tratar con respeto.
2. Inclusión social. Evitar aislamiento y
soledad.
3. Atención inmediata ante lesiones, abusos, reclusiones y
negligencias.
4. Personalizar su entorno. Adecuar el espacio para garantizar
la independencia de la persona.
5. Responder al deseo de satisfacer sus
necesidades de higiene.
6. Calidad de la comida, adecuada a sus gustos y
necesidades.
7. Respetar su intimidad.
8. Favorecer el mantenimiento o
recuperación del máximo grado de autonomía.
9. Ayudas técnicas para
facilitar la movilización, la higiene y el vestirse.
10. Implicar a las
familias en el cuidado y tomar decisiones compartidas.
Me parece sumamente acertado el nombre que eligieron, porque sólo poniéndonos en su lugar podremos entender muchas de las conductas, con loas que quizás no estemos de acuerdo, pero se trata de respetar al otro con su particularidad y, en última instancia, dentro de un tiempo variable de acuerdo a nuestra edad, llegaremos allí y posiblemente disfrutaremos del respeto que sembramos.

Este espacio nos da la posibilidad de participar de esta campaña: Red de Amigos contra el Maltrato a los Mayores

¡Bienvenida esta iniciativa! Seamos activos y las arbitrariedades se irán corrigiendo.

jueves, 11 de marzo de 2010

Un hijo desaparecido, uno muerto, viuda por tanto dolor, apostando a la vida

Con esta presentación es difícil imaginarme que me iba a encontrar con una linda mujer, coqueta y con un brillo especial. Me dijeron que era “un sol”, que es amorosa y vital.

Pues sí, aunque hablamos de más dolores en sus genes, porque proviene de una familia que vivió el Genocidio Armenio, piensa que la fuerza y el amor a la vida lo heredó de sus padres, quienes le pusieron la semilla, que hoy sigue regando con la energía de su hija y nietos, con los que disfruta a pleno. Y con el recuerdo de sus hijos que lleva en el corazón.

Ha decidido que el dolor lo deja en casa, y cuando sale se transforma, incluyendo haber superado el prejuicio que muchos mayores tienen sobre los grupos de jubilados; y allá fue, ahora se ríe de su negativa inicial, porque hizo una buena amistad con varias mujeres con las que no para de viajar y divertirse.

Frente a esta actitud no hay manera de quejarse, ni reclamarle a la vida "¿por qué a mí?". Es bueno que tengamos presente estos ejemplos -que no son tantos- por si la vida nos presenta batalla.


Continuación...


Ésta es la segunda entrevista del ciclo de videos que espero le guste. A medida que las vaya realizando, las iré colocando todas seguidas. Haciendo click aquí podrá encontrarlas todas juntas en una misma página.

LeDor VaDor es un Hogar geriátrico, a mi entender, de la más alta vanguardia, y fui invitada a disertar acerca de cómo aceptar las limitaciones que el paso del tiempo nos van deparando, sin quedar en el camino.

El público fue, en su mayoría, familiares de personas internadas allí. Mi planteo frente al “boom de la longevidad” (la población del mundo envejeció más en los últimos cincuenta años que en los dos mil años anteriores) es que si no cambiamos las viejas creencias que teníamos hasta no hace mucho acerca del cuidado de nuestros mayores, incluyendo la resistencia a la internación, no solo enfermaremos física y emocionalmente, tratando de dar respuesta a las viejas preguntas sino que en poco tiempo estaremos en el mismo lugar con nuestros viejos queridos.

Las viejas creencias (de ninguna manera aceptaré que me internen) traen viejas culpas a los familiares a cargo del cuidado, y muchos y viejos reclamos a quien sea, con tal de no tomar conciencia “que nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”, como escribió Neruda.

Es lo que hay, y hoy el mundo cambió. Los hijos emigran, no como los inmigrantes que armaron esta Argentina de una vez y para siempre, sino es muy común moverse por diferentes destinos, nuestras casas no tienen el tamaño de lo que fueron las de algunos de nuestros abuelos, las mujeres trabajan junto a los hombres cada vez más, las grandes urbes se transformaron casi en intransitables, de manera que frente a lo que surgió en el encuentro:

>1) Mi madre no acepta la internación; dice que quiere seguir viviendo como hasta ahora, es decir, con tres cuidadoras para cubrir los turnos debido a su discapacidad, con lo que esto significa no solo conseguirlas, sino mantenerlas y no solo eso, sino pagarles. Se requiere una verdadera administración y dedicación permanente, que lo hice por muchos años, pero que ya no puedo hacerlo.
>2) Mi padre al enviudar quedó tan desolado que ante la imposibilidad de vivir solo lo trasladamos a nuestra casa, pequeña, con niños, con la convivencia dificultada por distintas razones. Él decidió internarse en una Institución, cosa que no solo en principio no se le daba crédito, sino que la mayoría de los familiares estuvieron en total desacuerdo. Ahora él está deteriorándose muy rápidamente y yo no sé qué hacer. Cuando puede hablar me pide que no vaya tan seguido y que me dedique a los niños.
>3) Mi madre está aquí, de pronto nos encontramos con un deterioro intenso, estamos muy preocupados, esperando la opinión de los médicos.
>4) Mi marido se conecta diariamente a Internet en el Hogar, para estar en contacto con todos sus seres queridos.

La mayoría de nosotros, pasamos o vamos a pasar por situaciones similares, de manera que necesitamos reflexionar imperiosamente acerca del sentido de cada uno de nuestros actos frente al envejecimiento, en la convicción de que dado quela culpa y los reclamos no resuelven ni alivian el sufrimiento, podamos sobrellevar amorosamente las dificultades, para poder legar a nuestros hijos actitudes diferentes, acordes con los tiempos.

Depende de cada uno de nosotros que la longevidad sea una bendición y no una pesadilla.

jueves, 4 de marzo de 2010

Dayswithmyfather.com

Este es el nombre de un Blog buenísimo, cuyo autor es el fotógrafo inglés Philip Toledano que conocí por el artículo escrito por Enrique Valiente Noailles en La Nación el 2/3/2010.

Al final coloco los dos Link, porque el Blog está en Inglés pero vale la pena entrar por las fotos que hablan por sí solas y el artículo de Valiente Noailles es una excelente síntesis.

Si cada uno de nosotros pudiera seguir algunos de los ejemplos del autor con nuestros seres queridos viejos, tendríamos experiencias casi inimaginables.

www.dayswithmyfather.com/

Nota: La intimidad de una despedida