Gracias a la ciencia y la gerontología, la esperanza de vida es cada vez mayor y esto nos lleva a reflexionar: ¿Cómo prepararnos para nuestro envejecimiento? ¿Cómo enfrentar la vejez de mis padres? ¿Cómo mejorar la calidad de vida? Muchos nuevos desafíos nos esperan y espero en este espacio poder ayudar a que todos tengamos un envejecimiento pleno y lleno de vida...
Tarde o temprano, llegará: ¡la batalla contra el tiempo, ya está perdida! Así que mejor preparémonos para disfrutar cada minuto...
Cariños,
Elia
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miércoles, 8 de febrero de 2012

Ya no es excepcional llegar a los 100 años

Remito a una nota de La Nación de Nora Bär del 6 de febrero, donde presenta todo tipo de datos estadísticos como que en Latinoamérica envejecimos en 50 años lo que hizo Europa en 200. Que en breve no se hablará más de la pirámide de las edades sino de rectángulo. Que los jóvenes no quieren envejecer y que los viejos envidian a los jóvenes, a la vez que cumplir 100 años en Argentina no es ninguna novedad.
En el post anterior hablé de las nuevas generaciones que no le temen al cambio, y saben que ninguna ola es igual para surfear la vida.
Tratemos de asimilar estos nuevos criterios de vida, porque la confusión nos está volviendo locos.
Los jóvenes que no quieren envejecer, no saben cuando dejan de serlo. El fenómeno Peter Pan se expande. Algunos viejos se ofenden si se les da el asiento. Me consta que algunos  jóvenes no saben qué es mejor, si no dárselos y que corran todos los riesgos, especialmente en el transporte público, o no ofenderlos como parece que ocurre.
A mí me pasó estar parada en una esquina yendo a un almuerzo ¡Divina! y se acercó un adolescente de 17 más o menos y me dijo: ¿Abuela me das algo de plata? Yo demostré tener mi entereza, porque no morí de un infarto. Y no solo eso, era muy posible ser su abuela. ¿Pero las abuelas pueden ser sexys?
Hasta no hace mucho, la mayoría de mis pacientes que atravesaban la menopausia, casi se despedían del sexo junto con los estrógenos y la sequedad vaginal. Ahora los lubricantes los tira el avión y encima saborizados.
Nacha Guevara, una actriz argentina que siempre negó haberse hecho cirugías decía que parecía décadas más joven por alimentación vegetariana y  meditación -y todas las mujeres queríamos comer lechuga y meditar, para tener algo de ella. Hoy dice que con las cirugías no alcanza, que usa la meditación como complemento ideal.
Como dice el tango:”Al mundo le falta un tornillo, que venga un mecánico para ver si lo puede arreglar”.
Comamos sano, hagamos ejercicio y decidamos en cuál  edad nos sentimos cómodos, todo vale, la 3ª,  la 4ª, ¿la 5ª?. Todo es cuestión de actitud, hasta los 100 tenemos tiempo.

viernes, 3 de febrero de 2012

Un futuro para aprender del caos por Gastón Roitberg

Le agradezco profundamente a Gastón este artículo, porque alguien nos tiene que ir guiando para no quedar demasiado alejados de las nuevas generaciones.

(Transcripción)
En la última edición de la revista Fast Company -una de las publicaciones que mejor retrata el mundo de los negocios y la innovación de esta era- su extensa nota de tapa hace foco en un grupo de jóvenes emprendedores a los que se ubica en la llamada generación "flux".
¿De dónde viene esta denominación? Se trata de un segmento de hombres y mujeres de negocios que no siguen un patrón determinado en sus decisiones sino que tienen una alta capacidad de adaptación al cambio (y al caos) de un nuevo mundo que avanza sin horizonte definido.


No hay plan, no hay predicción posible, no hay que tener miedo de lo que no se conoce. Estos son algunos de los principios que guían a la generación flux, que está convencida de que cada ola que surfea puede ser diferente a las siguientes. Abrazar el cambio no es -para sus integrantes- una situación angustiante, es una inmensa oportunidad para hacer las cosas de otra manera.

"Si se quiere prosperar en este clima es necesario un enfoque completamente nuevo", dice Fast Company, que define a la generación flux como aquella que tiene una mentalidad que abraza la inestabilidad, que tolera -y aún disfruta- de recalibrar carreras, modelos de negocio y suposiciones.

El artículo señala también que para tener éxito, empresas y personas tendrán que trabajar duro para entender este nuevo escenario, y no les será fácil: "La mayor parte de nuestras instituciones educativas, empresariales, políticas no están construidas con este modelo de "flujo". Nos entrenan para una época donde los más importante es la capacidad de adquirir nuevos conocimientos".

Un ejemplo de este entorno de cambio es lo que sucedió con el negocio de los teléfonos celulares. Hace apenas cinco años, tres empresas (Nokia, RIM y Motorola) controlaban el 64 por ciento del mercado de smartphones.

Hoy, son otras dos: Apple y Samsung. Y situaciones similares pueden encontrarse en otros rubros como la música, la industria editorial y la
publicidad, por citar sólo algunos casos.

"Este florecer requiere un nuevo tipo de apertura. Hace más de 150 años Charles Darwin previó esta época en su descripción de la selección natural: no es el más fuerte de la especie el que sobrevive; ni el más inteligente. Es el más adaptable al cambio", sostiene la nota. Ser parte de la generación flux no es una cuestión de edad ni de conocimientos técnicos, es una cuestión actitudinal en la que para ir de A a B y llegar a la meta es posible elegir múltiples opciones...o dejarse llevar por la ola.

Personalmente no coincido demasiado con lo de la cuestión actitudinal, especialmente en los que ya sumaron bastantes décadas; con la actitud de apertura no nos alcanza, llevamos demasiadas estructuras que en muchos se petrificaron.


Hagamos lo posible, la propuesta de que no nos asuste el cambio, me parece superatractiva.