Gracias a la ciencia y la gerontología, la esperanza de vida es cada vez mayor y esto nos lleva a reflexionar: ¿Cómo prepararnos para nuestro envejecimiento? ¿Cómo enfrentar la vejez de mis padres? ¿Cómo mejorar la calidad de vida? Muchos nuevos desafíos nos esperan y espero en este espacio poder ayudar a que todos tengamos un envejecimiento pleno y lleno de vida...
Tarde o temprano, llegará: ¡la batalla contra el tiempo, ya está perdida! Así que mejor preparémonos para disfrutar cada minuto...
Cariños,
Elia
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viernes, 31 de diciembre de 2010

Carlos Gardel - Tengo miedo

El título de este tango no augura nada positivo, sin embargo vale la pena detenerse en algunos versos.

…Con lo triste de mi noche
Hice una hermosa mañana
Cementerio de mi vida
Convertido en un jardín…

No soy tan ingenua; una cosa es la poesía en un tango y otra es ponerla en práctica, pero para comenzar al menos con la actitud, resulta inspirador.

Los últimos días de diciembre, una lluvia de tristeza entre otras emociones ronda el aire. Es época de balance y no siempre nos cierra.

Las muchas décadas suelen venir con limitaciones físicas y es ahí donde necesitamos recrear a Gardel.

Seamos creativos, casi magos, saquemos conejos de donde sea.

Sin ir más lejos vengo de una librería en la que un señor en silla de ruedas al que no se lo notaba demasiado práctico en el manejo, de pronto provoco el derrumbe ¡Y zas! se vinieron todos los libros abajo.

Me miró entre paralizado y con vergüenza… y yo, mientras comenzaba a rehacer la pila, riéndome le dije: ¿Le parece, a su edad andar tirando literatura por cualquier parte?

El hombre se tentó de risa y siguió con más cuidado… ¡espero!

Me acordé del tango.

Empecemos a practicar en el 2011 y seguramente será un muy buen año.

lunes, 27 de diciembre de 2010

¡Que en el 2011 te la pases bailando en una pata! - Dr. Juan Hitzig

Pienso que es un deseo maravilloso por eso lo quiero compartir aquí adjuntando el video de YouTube que me envió junto con el deseo.

Si bailáramos como esta gente, no sólo nosotros seríamos distintos, sino que ¡el Mundo sería otro!

Bailemos, como sea, inclusive como mi tía de 95 años, que pide que le acerquen la silla a la pista en fiestas familiares y baila con el torso y los brazos, porque las piernas ya la dejaron de acompañar.


Autorizado por:
cuerpo y mente en forma, aunque el tiempo siga pasando.
preservando la salud, manejando el estres y controlando el envejecimiento

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Fin de Año, Desterrar el Rencor

Saber perdonar y pedir perdón es una experiencia liberadora, que equilibra la salud física y emocional.

Este es el encabezamiento de una nota de Eduardo Chaktoura en la Revista La Nación del 12 de diciembre que recomiendo mucho.

Pero ya la introducción, nos conduce a una comprensión diferente.

Definitivamente los conceptos de los que habla se refieren al Siglo XXI.

Los que ya anduvimos muchas décadas, siempre le dimos al perdón una connotación religiosa, y de no ser así, siempre involucraba cuestiones de heridas profundas, y mucho, pero mucho orgullo.

“Él me lo hizo y yo no pienso rebajarme”, “ella me dañó y es ella la que tiene que venir al pie”, estos sentimientos eran moneda corriente.

Y así pasamos los años llenos de distintos tipos de odios, que sea cual sea nos van oxidando por dentro. Luego llegaba la muerte de alguno de los involucrados, y así partía con su odio intacto, porque el otro no vino o porque no se iba a rebajar.

En la nota dice el Dr. Camacho que perdonar es un trabajo tan personal e individual que a veces no es necesario que quien haya provocado el daño pida perdón.

El crecimiento personal nos beneficia a todos.

Dejemos de tirar piedras y compartamos la experiencia del perdón.

Nuestros niños no deberían heredar conflictos familiares porque “los grandes” no están dispuestos a evolucionar, cambiar y en definitiva: crecer.

Por Eduardo Chaktoura

sábado, 18 de diciembre de 2010

Robert Happé, el Paraíso en la Tierra

Acabo de regresar del Centro de estudios espirituales, creado por Robert Happé y un equipo de gente amorosa a 80 Km. de San Pablo - Brasil.

Él es un Maestro al que escucho desde hace muchos años en los seminarios que dicta en Buenos Aires. Esta vez junto con mi querida tía de 85 y mi hijo de 26, fuimos a conocerlo en su Hábitat, una especie de granja con vacas, ovejas, monos, infinitos pájaros y flores por donde se mire, con varias cabañas emplazadas a lo largo y ancho de la colina, donde comimos riquísimo, con todos los productos cultivados allí.

Practicamos yoga, caminatas y hablamos acerca de cómo construir un mundo realmente humano.

Definitivamente tenemos que ir soltando los miedos, porque son los que nos quitan libertad y no nos dejan conectar con el amor del corazón.

La forma más efectiva de controlar a las personas de cualquier raza o color es asustándola. Para donde miremos hay un miedo acechante.

Despertemos a esta verdad, y podremos, de a poco, diluirlos; cada vez que lo hagamos habrá muchos otros que nos imitarán. Es bueno elegir la luz.

martes, 14 de diciembre de 2010

Comercial, Promoción 65

Queda mucho mejor este título, que poner directamente que cumplimos 45 años de egresados y lo festejamos a lo grande.

Eramos 50, un número interesante de los 100 que egresamos en su momento.

Nos reunimos cada cinco años, porque tenemos un grupo organizador que le pone garra y allí estamos, divertidos, bailando hasta las tres de la mañana, los más osados la siguen hasta ver el amanecer en la playa, lugar que nos vio amanecer de estudiantes muchas veces, y también porque no cobijo de “ratas”, es decir, cuando en lugar de ir para el colegio la reunión se hacía en la playa. 

Están los y las que engordaron mucho, los que se quedaron sin pelo, y los que mantienen un look interesante.

Los que van por primera vez, dicen que la experiencia de vernos a todos juntos les resulta muy fuerte.

Mi sugerencia es que vale la pena que esta idea se replique. Se necesitan dos o tres voluntarios que nucleen. Con Internet el encuentro se facilita enormemente.

Resulta muy ameno este encuentro, donde sentirse de 17 años es atinado y natural.

¡A los que se animen buenísimo! Y si me mandan un mail contando la experiencia mejor.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Bangkok, grandes urbes

Termino mi viaje aquí, en Bangkok, una ciudad atestada y agobiada por el tránsito. Al tener un tren aéreo, literalmente el tránsito “se ve” casi detenido en las horas pico. Lo único simpático es que las compañías de taxi se distinguen por el color, de manera, que se ven largas pinceladas violetas, azules, amarillas, verdes… pero lo más atinado -si es que se quiere llegar a algún lado- es tomar una moto-taxi, porque va esquivando el atascamiento, aunque aumente los riesgos.

El cableado está colapsado; para donde se mire hay cientos de cables desordenados, llegando en algunas casas antiguas que no tienen veredas, a impedir que se abran las ventanas.

Oferta de sexo, para todos los gustos, en todos lados. No sé cuánto de oscuro habrá en este tema, pero no se lo ve sórdido, como lo he visto en otros lugares.

Las grandes urbes, aunque diferentes, cada vez se están pareciendo más, al menos en lo inviable de vivir en ellas con alguna calidad de vida.

Después de tantos años vividos con la mira en “las luces de la ciudad”, ha llegado el momento de pensar en posibilidades de vivir en el interior.

Yo ya pasé el período de decisión, y me fue difícil, y una vez decidido, muy complicado llevarlo a la práctica, pero hoy que vivo a 50 Kms. de Buenos Aires, no lo cambiaría por nada.

Algo que facilitó la mudanza es la discutida tercera edad, con el retiro, y los hijos grandes.

Aunque se lo vea de muy difícil implementación, vale la pena jugar con la idea, por ahí… llega el momento.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Chiang Mai, Tailandia, una esperanza para los seres humanos

Chiang Mai es la segunda ciudad en importancia de Tailandia, y posiblemente por ignorancia, llegué sin ninguna expectativa.

Me recomendaron visitar el campamento de elefantes y simplemente fui porque pensé que era una oportunidad de ver 80 elefantes todos juntos. Me costaba imaginar incluso las instalaciones.

En la entrada nomás había varios con su Mahout (entrenador) abrazando uno por uno a los que íbamos llegando, con la trompa, claro; nos ponían un sombrero y nos hacían una reverencia de bienvenida.

¿Imagina a un elefante anfitrión haciendo todo eso?

Enseguida llegó la hora del baño, al pie de una pequeña caída de agua. Resultaba conmovedor ver a esos animales de más de una tonelada, tirados en el agua, jugando con movimientos delicados, mientras que el Mahout le lavaba las orejas.

Impecables para comenzar el show, en una especie de ruedo luego de saludar en dos patas, desfilaron tocando la flauta. Le siguió partido de football, básquet, con goles y algún que otro tiro fuera de la cancha, tiro al blanco, etc.

Hasta aquí estaba gratamente sorprendida, pero al final llegó un momento en que me saltaron las lágrimas.

Era el turno de los elefantes egresados de la Escuela de Pintura; así como lo están leyendo.

¡Pintan cada uno con un estilo diferente, uno paisaje, otro ramo de flores, otro más abstracto, y hasta la silueta de un elefante! Lo único que hace el entrenador es hablarle y ponerle en la trompa los pinceles ya cargados. Ver eso fue algo transformador. Hay un antes y un después en mí.

De allí partimos para una aldea cercana donde viven “las mujeres jirafas” que son de origen birmano, pero se trasladaron allí porque viven con mejores condiciones.

Pertenecen a la tribu de los Karen, y cuenta la leyenda que cuando salían a cazar, al ser los hombres más veloces, los tigres o leones, causaban estragos en las mujeres, (justamente directo a la yugular), por lo que decidieron colocarles una especie de collar que les cubre el cuello, es de bronce y comienzan a colocarlo cuando las niñas tienen 5 años; el primero pesa un kilo, luego lo van aumentando cada tres años hasta llegar a un peso de 5 kilos. Desde ya que sólo se puede sacar en caso de decidirlo y es algo que está siendo decisivo para esta tribu. Las jóvenes ya no quieren cargar con semejante peso para defenderse de tigres que están casi en extinción. El problema es que sólo pueden hacerlo hasta los 15 años, pues en la adultez, el cuello al no desarrollar musculatura y firmeza ósea, se quiebra.

Cuesta ver en el siglo XXI a las nenitas jugando con la cabeza casi inmóvil con lo que nosotros llamamos cuello ortopédico, pero de bronce y definitivo.

Seguí mi paseo esta vez por el Reino de los Tigres, después de lo que vi en el campamento de elefantes, pensé que no serían tigres en jaulitas lo que íbamos a ver; imaginé un paseo en autos blindados por la selva.

Primera señal de mi error. Al llegar había tres grandes displays con las distintas propuestas: Tigres pequeños con o sin foto, medianos o grandes, con distintos precios, pero lo increíble era que había fotos donde la gente realmente se sacaba durmiendo sobre la panza de ellos, ¡¡¡por ejemplo!!! Había poco tiempo para decidir, y no lo podía invertir en pensar cómo iba a reaccionar con un tigre de más de 200 kilos.

En realidad preferí pensar que quedaría petrificada, antes que salir corriendo y alterar a la bestia. La incertidumbre duró poco, con algunas instrucciones, como no tocar la cabeza, aproximarnos por detrás y no de frente y especialmente relajarnos. Ahí estuve, tocándole la panza y la piel maravillosa mientras me sacaban la foto y un video que podrá ver al final de esta nota.

Pues bien, esta es una Institución sin fines de lucro dedicada a contribuir a que no se extingan, por lo tanto a los sensibleros que preguntan, ¿por qué no los dejan en su hábitat? o, dado que son nocturnos y duermen de día y hay que molestarlos para las fotos que los turistas desaprensivos quieren, ellos responden: “En su hábitat los matan, por eso están en peligro de extinción”. De manera que si hay gente que está dispuesta a aprender otra forma de relacionarse con tigres, y quiere fotos, los tigrecitos tienen que pagar ese precio por el bien de su especie.

Porque pensé que es una esperanza para nosotros los humanos. Porque si fuimos capaces de entender la sensibilidad artística de los elefantes y enseñarles a los tigres que no tienen que morder, ni arañar, ni jugar con la gente como lo hacen entre ellos, y, de paso porque las adolescentes y niñas de las Karen no quieren seguir esclavizadas al cuello metálico para defenderse de algo casi inexistente, quiere decir que hay viejas creencias que nos llevaban a ser crueles y violentos que están desapareciendo.
Bienvenidos los muchos años que tenemos en la actualidad para ver que un mundo mejor es posible y verlo plasmado, lo que por ahora son indicios.