Gracias a la ciencia y la gerontología, la esperanza de vida es cada vez mayor y esto nos lleva a reflexionar: ¿Cómo prepararnos para nuestro envejecimiento? ¿Cómo enfrentar la vejez de mis padres? ¿Cómo mejorar la calidad de vida? Muchos nuevos desafíos nos esperan y espero en este espacio poder ayudar a que todos tengamos un envejecimiento pleno y lleno de vida...
Tarde o temprano, llegará: ¡la batalla contra el tiempo, ya está perdida! Así que mejor preparémonos para disfrutar cada minuto...
Cariños,
Elia
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jueves, 26 de noviembre de 2009

Comprensión, compasión y misericordia

He pedido la autorización para publicar este mail que recibí, porque conociendo el problema familiar en el momento más dramático y viendo su evolución, quiero que pueda servir para animar a otros con viejos desencuentros a dejar un mundo mejor para nuestros hijos.

A principios de año, esto era sólo un sueño...


Todos vds deben acordarse que en la navidad 2008 y debido a un enfrentamiento familiar nos fue negada la entrada al geriátrico adonde se encuentra alojada mi tía quien acaba de cumplir ahora los 100 años.
No solo no podíamos verla sino que además prohibieron que se le pasaran llamadas o mensajes con lo cual mi tía quedó absolutamente incomunicada del mundo exterior y a merced de gente muy impiadosa debido a su manera de ser, resultando ser víctima indirecta de una incomunicación forzada.
Pasando el tiempo me di cuenta de que la única manera de solucionar un problema de esta naturaleza no era recurriendo a recursos de amparo o a venganzas esterilesel camino era uno solohacer las paces, perdonar al enemigo, suavizar y no enardecer, aliviar y no atacar, pero para lograr esto se debe hacerlo en serio ya que en casos como este no funcionan ni el disimulo ni las posturas falsas.
Así me fui acercando a estos parientes, con mensajes de conciliaciòn, palabras de paz y dialogos que primero me costaron mucho -uno tiene que vencer la vanidad, el orgullo y la autoestima vapuleada- pero pasado ese primer tramo tan difìcil para las dos partes- las cosas comenzaron a armonizarse y se logro un acercamiento genuino entre nosotros, ya que, cada parte, dejando un poco a su yo de lado comenzò a entender los pensamientos y sentimientos del otro y a verlo como persona y no como antagonistael resultado de este maravilloso cambio es esta foto que les adjunto -tomada con motivo del cumpleaños nro100 de mi tìa y que jamàs pudo haberse logrado sin las tres palabras magicas que son comprensiòn, compasiòn y misericordia.
Amigos, recuerden siempre esto -el no humano no le puede poner nunca límites a la voluntad de Dios-y con estas reflexiones los saludo, no sin antes aclararle que las personas que rodean a mi tía forman parte de un coro que fue especialmente a cantar al geriátrico el sabado 14 de noviembre no solo para celebrar los 100 añitos de Blanquita sino también para alegrar los corazones tantos viejitos abandonados.
Por eso a sus integrantes mil gracias -no hay palabras para describir lo que le debo a esta gente- y a todos vds un abrazo enorme, especialmente a los que apostaron por el sí como Meme, y Caro Ghilardi. Nuestra Piti no está aqui para ver esto -me hubiera gustado mucho que conociera el desenlace de este problema que ella conocía- pero quizas pueda haberlo visto desde otro lugar mucho más compasivo y benévolo que nuestro mundo material.

Un superabrazo
Marisu

domingo, 22 de noviembre de 2009

Adultas Maduras

Viajé a Porto Alegre, invitada a disertar en la VIII Jornada del Adulto Maduro “Espejito, espejito ¿Cuán viejo soy?” organizada por Clam.

Con un enfoque multidiciplinario, que resultó dinámico y enriquecedor.

Comenzamos viendo un video del cuento de Blancanieves y el momento dramático en el que el espejo le responde a la reina que ya no es la más linda, porque hay en la comarca una joven mucho más hermosa.

La verdad es que nos parece que el momento actual nos quiere jóvenes eternos, pero lo cierto es que los Adultos Maduros llevamos en el corazón de niños esa consigna. Donde haya alguien joven será más linda.

Por lo tanto, tendremos que lidiar con nuestra propia Blancanieves interior y adaptarnos a los nuevos paradigmas que hoy la medicina nos otorga, porque tenemos montones de años por vivir, que no son jóvenes justamente.

También muy gráfico resultó un breve video que presentó Ana Sodano (Argentina), donde están un padre mayor con su hijo sentados en un parque, y al ver un pájaro pregunta –¿Eso qué es?- Un gorrión, le responde, y en los próximos cinco minutos la pregunta fue repetida reiteradamente, hasta que el hijo pierde la paciencia. Luego el padre entra a buscar un viejo diario íntimo y lee. Hoy fui al parque con mi hijito y un gorrión lo sorprendió tanto que me preguntó ¡21 veces! ¿Qué era eso? Me agradó responderle cada vez, amorosamente mientras lo acariciaba.

Tenemos que estar atentos a nuestra reacción, porque desarrollamos paciencia ante las repeticiones de los niños y solemos interpretar a nuestros mayores con sus repeticiones como algo desagradable hacia nosotros y no como una señal del envejecimiento.

Pues bien, siguieron las ponencias con datos interesantes de distinto tipo, pero en realidad el trabajo práctico sucedió realmente, cuando en uno de los días libres fuimos al Shopping.

Adultas casi inmaduras

Viendo que llovía torrencialmente, nuestra anfitriona nos invitó a ir de paseo no sólo a un Shopping, sino a dos, tal vez fue esa la razón de que nos pasaran tantas situaciones juntas que confirmaban nuestra identidad de “Adultas Mayores”.

Coincidentemente éramos tres mujeres que acabábamos de inaugurar los 61 años. A poco de llegar, ya enfrentamos el primer problema. No lográbamos entender el precio de las cosas, simplemente porque la cuenta para pasar los reales a dólar se complicaba, y ni qué hablar a nuestros pesos.

Una de ellas se lamentó de no haber llevado calculadora, pero con alegría me dice: Vos tenés una en tu celular… Yo quedé un poco muda, porque desde ya ignoro las funciones del TE, para mí es solo eso, “teléfono”, pero para no contradecirla me puse a buscar.

Fue una experiencia alucinante, porque después de unos minutos que me llevó llegar a esa llamada herramienta, me fue imposible hacer la división, pero por suerte entre las tres, lo logramos, aunque al ser tan complicado, decidí hacerlo mentalmente que ya a esa altura lo había aprendido. Así estuvimos en condiciones de lanzarnos a comprar.

Fue una lástima que no hayamos previsto lo difícil que resulta “entrar” en los modelos bonitos sin dejar al descubierto nuestros kilos de más. De manera que cuando encontramos alguno que no denunciaba tanto, en realidad no nos gustaban porque nos veíamos demasiado “Adulto Mayor”, por lo tanto nos íbamos enseguida a otros modelos, los cuales caíamos irremediablemente en ropa para nuestras hijas y no lográbamos decidir qué “Look” era el adecuado.

Con las empleadas no pudimos contar, porque una de ellas cuando pedimos talles más grandes, con una sonrisa nos dijo, _es Ud., la que va a tener que perder algunos kilos si le gusta la prenda.
Por suerte los sesenta vienen con cierta dosis de sabiduría, de manera que nos reímos y seguimos mirando hasta que cada una pudo encontrar algo que no era ¡Guau! Pero aproximado.

Al dirigirnos a la línea de cajas donde había una larga cola, nos dicen que pasemos por la que es especial para mayores, que era más corta. Si bien era una atención, un poco “nos bajó”, pero no fue lo único. Cuando le toca el turno a Cristina, la empleada por error le dice que ella ya pagó. -Te digo que no-. Pero si le acabo de cobrar (nos mira y como dice otra señal del paso del tiempo uno es más honesta, y confiada), porque cuando tuvo que digitar la clave de la tarjeta, se da cuenta que no tiene los anteojos y le dice no veo los números, por favor digitala vos. Y la empleada amablemente le dice—No se preocupe Sra., a Ud. todavía se la ve lúcida. Nuevamente tentadas de risa, nos fuimos a almorzar.

“¿Perdón, las señoras son mayores de 60?”preguntó el mozo, y si bien a nosotras nos hubiera gustado parecer de 50, ya rendidas, preguntamos riendo “¿Por qué?” “Porque tienen el 20% de descuento” ¡Al fin una buena! Y la verdad es que ya habíamos hecho uso de las desinhibiciones que traen los años, probándonos prendas sin pasar por el probador, aunque nos llamaron varias veces la atención porque no está permitido.

Pues bien, por unanimidad decidimos irnos, ya eran demasiadas confirmaciones de que inevitablemente éramos las Adultas Maduras de las que habíamos teorizado el día anterior. Nos hubiera gustado que alguien nos dijera…61 pero que bien llevados; nadie lo hizo. La única que abrió la boca fue Cristina para decir. ¡Menos mal que hacen autos para la tercera edad! Porque desde ya ninguna se acordaba dónde lo habíamos dejado, menos mal que con solo apretar un botón el auto se hizo presente prendiendo y apagando sus luces traseras...

[Foto] Modest and Jill

martes, 17 de noviembre de 2009

Adultos Mayores, Adultos Maduros, viejos…

Adjunto un artículo que salió en La Nación del que extracté algunas ideas novedosas.

1) Al envejecer las personas se vuelven más cuerpo. Es decir, de jóvenes casi no reparamos en él porque en general no tenemos síntomas, pero cuando las señales comienzan como dolores, malestares, disminución de la energía, pasamos a prestarle cada vez más atención.
Por eso sugiero que compensemos esa presencia enorme que va tomando nuestro cuerpo, con la búsqueda de sentido a nuestra vida que será la que nos dará la verdadera dimensión de nuestro ser, y nos tornará saludables.

2) Podemos tener una mirada del envejecimiento despiadada, redentora o científica, pero siempre será una batalla perdida.

3) Quizás nos cueste tanto envejecer porque la pregunta que vas a ser cuándo seas grande, ya quedó tan lejos que ahora sólo es el turno de ¿Qué hiciste con tu vida?

4) Durante mucho tiempo asemejábamos el tiempo laboral con el ciclo vital. Jubilarse era sinónimo de ser viejo y que el tiempo de morir estaba próximo.

5) Hoy hay millones de personas en el mundo que se jubilan en los dos tercios de su vida, quedando por delante uno entero.

¿Estamos preparados para vivirlo con plenitud?

Lea esta interesante nota de Diana Cohen Agrest

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1198011


lunes, 2 de noviembre de 2009

Liderando desde el futuro

Ayer hablando con mi hija que está haciendo un Master en el MIT, me decía que la invitaron a participar en un seminario muy interesante.

Le pregunté acerca del tema, y me dijo que era difícil de explicar.

--Decime dos palabras, como para tener una idea- le pregunté.

--Se trata de cómo liderar desde el futuro mientras éste emerge- me respondió.

¿Desde el futuro? ¿Qué es eso?

Claro, las herramientas que teníamos para resolver problemas quedaron obsoletas. El mundo se ha complejizado tanto y los cambios son tan veloces, que hay que actuar a medida que los acontecimientos suceden. Observarlos, retirarse y volverlos a observar sin preconceptos.

Después de algún silencio, porque me quedé sin habla, me pregunto ¿Es posible que sigamos mirando al pasado, sosteniendo todo tipo de odios, rencores, siendo intolerantes con los diferentes, mientras hay Maestros que están preparando a jóvenes dispuestos a estar a la altura de los tiempos, ayudando a romper con las viejas estructuras mentales que nos atan a tantos prejuicios?-

Agradezco saber que están estos Maestros y estos jóvenes. La confianza y la flexibilidad nos irán acercando a ver un mundo más vivible, aunque nuestros años sigan pasando rapidísimo-

[Foto Parka]