
Además introduce en el mundo tecnológico la llegada de los que algunos llaman juego, y que consiste en la posibilidad de diagramar, a través de un sitio de Internet, una vida virtual paralela a la real. Esto ya está en plena ebullición; están los que eligen en el juego una vida similar a la real para ir probando maneras de actuar que de otro modo no podrían, y aquellos que llevan al espacio virtual todo lo que desearían y que por distintas razones no lo harían jamás.
Ya hay muchos jugando varias horas por día.
¿Por qué comparto este tema en el Blog? El mundo está cambiando de tal manera, que ni la palabra vorágine alcanza; leer este libro fue subirme a la Montaña Rusa.
Más allá de nuestra opinión, urge tener el conocimiento para decidir qué hacer. No dejemos que nuestros jóvenes nos suelten la mano por estar cansados de tanta resistencia que les ofrecemos a los cambios cibernéticos que tan rápidamente incorporan ellos.
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