Gracias a la ciencia y la gerontología, la esperanza de vida es cada vez mayor y esto nos lleva a reflexionar: ¿Cómo prepararnos para nuestro envejecimiento? ¿Cómo enfrentar la vejez de mis padres? ¿Cómo mejorar la calidad de vida? Muchos nuevos desafíos nos esperan y espero en este espacio poder ayudar a que todos tengamos un envejecimiento pleno y lleno de vida...
Tarde o temprano, llegará: ¡la batalla contra el tiempo, ya está perdida! Así que mejor preparémonos para disfrutar cada minuto...
Cariños,
Elia
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martes, 15 de junio de 2010

Los jubilados… en el horno…

El siguiente artículo salió publicado el 24 de Mayo en La Nación; invito a leerlo, pero es muy importante previamente pensar que lo que ocurre en Europa, o en EE.UU. o en… donde sea, es lo que nos pasará a todos tarde o temprano. La ecuación de los sistemas jubilatorios no cierra. En Argentina, por ejemplo, en los años sesenta había 7 aportantes por cada jubilado, hoy es uno por cada uno.

Para seguir el ejemplo de Francia, si se jubilan a los 50 y la expectativa de vida es más de 80, pasarían más años de jubilados que de aportantes.

Más allá de todos los enojos que se puedan tener con políticos y gobernantes adjudicándoles la inoperancia para este problema, la realidad es que matemáticamente los sistemas colapsaron o lo están por hacer. No hace falta ni mencionar que en la mayoría de los países la tasa de desempleo va aumentando.

En poco tiempo seremos casi los únicos responsables de encontrar formas creativas para nuestro sustento como jubilados; no esperemos hasta los sesenta para tomar conciencia, que se nos avecina un tiempo difícil.

Europa, obligada a sacrificar un tesoro; su estándar de vida
Steven Erlanger
The New York Times

PARIS.- En toda Europa Occidental, la "superpotencia del estilo de vida", todo lo que se daba por sentado y ganado en el transcurso de la vida está de pronto en riesgo.

La crisis del déficit que amenaza al euro también ha puesto en duda la sustentabilidad del estándar de bienestar social europeo construido por los gobiernos de izquierda desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Los europeos se han jactado de su modelo social, con sus generosas vacaciones, su temprana edad jubilatoria, sus sistemas nacionales de salud y la amplitud de sus beneficios sociales, que contrastaba con la comparativa austeridad y dureza del capitalismo norteamericano.

Con la protección que les brinda la OTAN y el paraguas nuclear de Estados Unidos, los europeos se han beneficiado de sus bajos gastos militares. También han traducido sus altos impuestos en una red de contención que protege al individuo desde el nacimiento hasta la muerte. "La Europa que protege" es uno de los eslóganes de la Unión Europea. Pero los elevados presupuestos, los mermados ingresos fiscales y el envejecimiento de la población han generado un creciente déficit en toda Europa, y las malas noticias recién empiezan.

Con bajos índices de crecimiento, baja tasa de natalidad y una esperanza de vida cada vez más larga, Europa ya no puede permitirse ese cómodo estilo de vida, al menos no sin pasar por un período de austeridad y cambios sustanciales. Los gobiernos en toda Europa están intentando llevar seguridad a los inversores, con recortes salariales, aumentos en la edad jubilatoria, la extensión de la jornada laboral y la reducción de beneficios médicos y jubilatorios.

"Ahora estamos en la etapa de rescate", dijo Carl Bildt, ministro de Relaciones Exteriores de Suecia. "Pero debemos pasar lo antes posible a la etapa de la reforma. El verdadero problema es la reforma del déficit", dijo Bildt, en referencia a la necesidad de un cambio estructural.

Hasta el momento, la reacción ante los esfuerzos por recortar el gasto ha sido de pesimismo y enojo, a sabiendas de que el sistema actual es insostenible.

A Aris Iordanidis, un graduado en economía de 25 años, que trabaja en una librería de Atenas, le molesta pagar elevados impuestos para financiar el inflado sector público y sus empleados. "Se la pasan sentados tomando café y hablando por teléfono durante años y a los 50 años se jubilan", dijo. "Así como están las cosas, nosotros vamos a tener que trabajar hasta los 70 años", agregó.

En Roma, Aldo Cimaglia, un profesor de fotografía de 52 años, se muestra muy pesimista sobre sus perspectivas después de la jubilación. "Se va a venir todo abajo porque no va a haber nadie que aporte a las arcas jubilatorias", dijo. "No lo digo sólo por mí: este país no tiene futuro."

La urgencia

Ahora, el cambio se impone con urgencia. La población de Europa está envejeciendo rápidamente, mientras la tasa de natalidad disminuye. El desempleo ha crecido, a medida que las industrias tradicionales se iban mudado a Asia. Y la economía de la región no es competitiva en los mercados mundiales.

Según la Comisión Europea, para 2050 el porcentaje de europeos de más de 65 años casi se habrá duplicado. En la década de 1950, en las economías desarrolladas había siete trabajadores por cada jubilado. Para 2050, en la Unión Europea ese índice habrá caído de 1,3 a 1.

"La vida fácil se terminó para países como Grecia, Portugal y España, pero también para nosotros", dijo Laurent Cohen-Tanugi, un abogado francés que realizó un estudio sobre Europa para el gobierno. "A muchos europeos quizá no les guste considerar el problema en estos términos, pero esa es la tormenta a la que nos enfrentamos. Ya no podemos solventar el viejo modelo social, y necesitamos una reforma estructural."

En París, Malka Braniste, de 88 años, vive de la pensión de su difunto marido. "Me preocupan las generaciones futuras", dijo, mientras almorzaba con su nuera, Dominique Alcan, de 49 años. "La gente que no ahorre por su cuenta no tendrá nada."

Alcan sabe que tendrá que seguir trabajando como vendedora mucho tiempo más. "Pero me temo que nunca llegaré al mismo nivel de confort", dijo. "Cuando tenga 63 años, ya no podré hacer mi trabajo".

Gustave Brun d´Arre, de 18 años, todavía está en la escuela secundaria. "Lo único que nos dicen es que vamos a tener que pagar los gastos de otros", dijo, sentado en un bar. El mozo lo interrumpe, y se ponen a discutir sobre los planes de reforma del sistema jubilatorio francés. "Va a ser un caos", dijo el mozo. "Tendremos que trabajar más y durante más tiempo."

Las cifras confirman la gravedad de la situación. El gasto social bruto de la Unión Europea creció de un 16% del PBI, en 1980, a un 21% en 2005, mientras que en Estados Unidos es del 15,9%. Actualmente, Francia tiene la cifra más alta de Europa, 31%, el 44% de la cual va a cubrir las jubilaciones estatales y el 30%, al sistema de salud.

El panorama es particularmente sombrío en Francia, que ha hecho menos que algunos de sus vecinos por reducir las obligaciones del Estado. En Suecia y Suiza, 7 de cada 10 personas trabajan después de los 50 años. En Francia, sólo 5. La edad de retiro legal en Francia es a los 60 años, mientras que Alemania recientemente la elevó a los 67 años para todos los nacidos después de 1963.

Con la llegada a la edad de retiro de la generación del baby boom , el número de jubilados trepará en Francia un 47% antes de 2050, mientras que la cantidad de habitantes de menos de 60 años seguirá estancada. Los franceses lo llaman "del baby boom al papi boom ", y sus costos, si no hay cambios, serán insostenibles. Actualmente, el sistema jubilatorio francés tiene un déficit de 11.000 millones de euros (13.800 millones de dólares). Para 2050, será de 103.000 millones de euros (129.000 millones de dólares) alrededor del 2,6% del rendimiento total proyectado de toda la economía.

El presidente Nicolas Sarkozy se ha comprometido a aprobar una reforma de fondo este año. En 2003 y 2008, se realizaron dos controvertidos ajustes en el sistema. El gobierno, temeroso de recortar las jubilaciones, quiere aumentar los impuestos sobre los salarios más altos y extender los años de trabajo. Pero los sindicatos no están contentos, y el Partido Socialista se opone a elevar la edad jubilatoria. Las encuestas revelan que, si bien la mayoría de los franceses aprueba un ajuste del sistema jubilatorio, el 60% cree que seguir trabajando después de los 60 años no es la solución.

En un espectro más amplio, son muchos los que a lo largo de Europa creen que el continente deberá adaptarse a los cambios fiscales y demográficos, ya que la paz social depende de ello. "De lo contrario, Europa no podrá funcionar", dijo Joschka Fischer, ex ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, en referencia al papel del Estado protector. "Es un tema de seguridad nacional, que atañe a nuestra democracia", afirmó.

Tarde o temprano, Francia deberá seguir el camino de Suecia y Alemania, y aumentar la edad jubilatoria, agrega Fischer. "Es algo que debe armonizarse, europeizarse, o no funcionará: no puede haber una edad jubilatoria de 67 años en Alemania y de 55 años en Grecia", concluyó Fischer.

El riesgo del default

Los problemas son todavía más graves en las "nuevas democracias" de la eurozona, como Grecia, España y Portugal, que abrazaron los ideales democráticos europeos y que Europa acogió por razones políticas en la posguerra, quizás antes de que sus economías estuvieran listas. Con el respaldo del euro, esas naciones construyeron dispendiosos sistemas estatales que ahora deberán modificar.

Con la amenaza del default, Grecia ha congelado las jubilaciones por tres años y prevé llevar la edad jubilatoria a los 65 años. Además, congeló los salarios del sector público y recortó los beneficios de los empleados estatales. Portugal ha recortado en un 5% el salario de los políticos y empleados públicos, ha aumentado los impuestos y cancelado los proyectos más ambiciosos. España ha recortado los salarios del sector público en un 5% y los ha congelado durante todo el 2011, y ha cancelado varios proyectos de inversión pública.

Pero esos tres países deberán hacer mucho más si pretenden aumentar su competitividad y su crecimiento, ante todo flexibilizando las férreas leyes laborales, que impiden que disminuya el elevado desempleo.

En Atenas, Iordanidis, el graduado en economía que gana 800 euros por mes en una librería, dice que posiblemente haya un lado positivo de la situación. "Podría ser la oportunidad de cambiar un sistema perimido", dijo, "y de crear un Estado que realmente funcione".

Traducción de Jaime Arrambide

1 comentario:

gestion residencia ancianos dijo...

Comparto íntegramente los criterios que sostienes. El problema está en la mediocridad de la clase política que nos envuelve en la mayoría del mundo han quedado para ello los que no tiene otra opción mejor