Necesitamos líderes que inspiren a través de gestos que toquen el corazón de las personas, para conquistar su cooperación.Practicando la esencia del liderazgo que es “el cuidado de los demás” despertar en los otros lo mejor, y, una vez que ellos saben de sus riquezas y posibilidades puedan crecer y compartir el destino de todos. (Es el verdadero opuesto a conseguir seguidores).
Citó a Arnold Toynbee que investigó 21 civilizaciones desaparecidas y encontró que todas tenían algo en común al final de sus días: Concentración de poder y riquezas en unos pocos y la incapacidad de cambiar a tiempo. Todas comenzaron con grupos muy creativos, y comenzaron la decadencia al transformarse de creativos en dominantes.
Siempre existe la capacidad de reinventarse dependiendo de la fuerza del propósito.
Con tantos años que tenemos por delante será muy útil que aprendamos a usar nuevas herramientas que guíen nuestra decisión de construir, tanto dentro como fuera de nosotros, mirando hacia todo lo que tenemos en común y dejando de lado las diferencias para que éstas sean ejercidas con sabiduría.
Los nuevos tiempos requieren de nosotros que nos mezclemos entre todos para crear nuevas creencias más amplias y flexibles que involucren necesariamente al corazón.
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