
He escuchado decir :
“A esta altura bailar tango…”, “Lo único que me faltaba, con los dolores que tengo”, “¿esta gente no se mira en el espejo?”
Es bien sabido, que ninguna de estas reflexiones alivia el sufrimiento pero sí se pueden practicar actividades que por lo novedosas resultan placenteras y además traen otros alivios. Pues... ¡a animarse!
Artículo publicado en elmundo.es en la sección "Crónicas desde Latinoamérica"
Foto de [Alejandro Cherep]
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