Gracias a la ciencia y la gerontología, la esperanza de vida es cada vez mayor y esto nos lleva a reflexionar: ¿Cómo prepararnos para nuestro envejecimiento? ¿Cómo enfrentar la vejez de mis padres? ¿Cómo mejorar la calidad de vida? Muchos nuevos desafíos nos esperan y espero en este espacio poder ayudar a que todos tengamos un envejecimiento pleno y lleno de vida...
Tarde o temprano, llegará: ¡la batalla contra el tiempo, ya está perdida! Así que mejor preparémonos para disfrutar cada minuto...
Cariños,
Elia
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miércoles, 3 de diciembre de 2008

El Crack financiero y el Boom de la longevidad

Acabo de regresar de la 4ta Feria del Libro de Mar del Plata a la que fui invitada para dar una charla sobre estos dos temas: la alegría de vivir muchos más años de los que esperábamos y la preocupación por la crisis financiera que atraviesa el mundo.

Se impone revisar algunas de estas viejas creencias:

Tengo ahorros. Debido a la quiebra de Bancos, la baja de las Bolsas en el mundo, los vaivenes de la política estos podrían haberse depreciado considerablemente.

Mis hijos no van a dejar que me falte nada. Nuestros abuelos tenían muchos hijos, pero en la actualidad el promedio es de dos hijos y con la globalización es posible que alguno viva en otro país. Puede ser que alguno no tenga trabajo, o tenga que elegir entre la educación de sus hijos o los cuidados de la longevidad de los padres.

En el peor de los casos, voy a vivir con mi hija. Los departamentos de hoy ya no son las casas de antaño, no basta la buena voluntad si sólo se dispone de dos ambientes para una familia tipo.

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No voy a parar de pelear hasta que el gobierno me devuelva lo que me sacó. La ira el resentimiento, los pataleos nos dañan principalmente a nosotros, no resuelven nada y nos sacan energía.

Podría seguir enumerando, pero creo que es tiempo de darse cuenta, que cada uno de nosotros es el responsable de atravesar la longevidad de manera que sea una bendición y no una pesadilla.

Planifiquemos en base a números reales con cuanto me tengo que arreglar mínimamente, seamos creativos y flexibles, puede ser que tengamos que cambiar nuestros hábitos, pero si el objetivo es una mejor calidad de vida en los últimos años, tendríamos que estar abiertos a todo lo nuevo que podamos construir.

Demos un sentido a nuestra vida y descubramos nuestra misión la cuál seguramente no está relacionada con el dinero.

Disfrutemos del paso del tiempo, como lo hice en este viaje relámpago a mi ciudad natal, encontrándome con la energía amorosa que me ofrecieron mis amigos, mi familia, mis vecinos, si hasta me fue a escuchar mi profesora de Educación Física del secundario con su marido, después de cuarenta y cinco años que no nos veíamos.

¡Gracias a todos, y gracias especiales a mis nuevos compañeros de ruta los libreros, y los periodistas que difunden mi obra de manera especial!

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