Gracias a la ciencia y la gerontología, la esperanza de vida es cada vez mayor y esto nos lleva a reflexionar: ¿Cómo prepararnos para nuestro envejecimiento? ¿Cómo enfrentar la vejez de mis padres? ¿Cómo mejorar la calidad de vida? Muchos nuevos desafíos nos esperan y espero en este espacio poder ayudar a que todos tengamos un envejecimiento pleno y lleno de vida...
Tarde o temprano, llegará: ¡la batalla contra el tiempo, ya está perdida! Así que mejor preparémonos para disfrutar cada minuto...
Cariños,
Elia
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lunes, 8 de diciembre de 2008

Espiral

Transcribo un e-mail que acabo de recibir de una lectora:

Elia:

soy Marta de Capital, he leído tu libro “Mi madre envejece, qué hago?” Quiero agradecerte y felicitarte por la forma en que lo has encarado. Me ha resultado muy útil todo lo que allí expresas. Tengo a mi madre que el mes próximo cumple 72 años, no es muy “vieja” para mi, pero ella ha dejado de hacer varias cosas desde hacen 3 años más o menos, entre ellas, viajar. Vive en Mendoza y yo estoy en Buenos Aires desde hace 18 años. Trato de ir yo a verla y la llamo casi todos los días. Ella necesita esa comunicación. Tu libro me ha hecho ver de otra manera la actitud de mi mamá. Casualmente había empezado a pensar, antes de tener tu libro, que tal vez esa manera de proceder era como un despedirse de a poco de la vida, que tal vez cada uno viene con un envase, por así decirlo, con una fecha de vencimiento y que uno desea extender a como dé lugar. Gracias por confirmarme esto que, aunque de otra manera comentas en tu libro.

1514874262_c268293425 Quise escribirte porque, sabes que hace tiempo venía pensando: ¿qué le pasará por la mente a la gente mayor con respecto a la vida que le queda, a la muerte, sus miedos…? Y vos me lo has aclarado, y me has dado más que la idea, el empujón para que pueda abrirme al tema. Siempre tuve en mente escribir en el futuro anécdotas sobre lo que siente la gente mayor al respecto. Mi padrino tiene 90 años y es un divino, muy lúcido. Es con quien puedo hablar  con naturalidad, espera sin miedo que Dios decida por él cuando lo disponga. Gracias a una amiga que vio tu libro y me lo comento he encontrado lo que tanto quería y que de alguna manera la idea estaba en mi mente. Y por confirmarme que yo no estaba tan errada. Toman a esta manera de ver como que una no tiene sentimientos. Te agradezco nuevamente. Te deseo lo mejor. Éxitos y bendiciones. Cariños.

Me encantó este mail que me envió una lectora de mi primer libro por varias razones:

1) Su agradecimiento, sin él la longevidad no nos dará más que disgustos.

2) Me lo hace saber. Aunque parezca un tema menor no lo es. Mucha gente no agradece por no tomarse el trabajo de hacerlo, piensa que con sentirlo ya está bien, y en mi opinión, no es suficiente.

3) Encuentra en mi libro, respuestas a inquietudes que le preocupaban, lo cual confirma mi hipótesis de que a la mayoría de nosotros al menos con culturas similares, nos pasan cosas parecidas, y debemos compartirlas para ayudara disminuir el sufrimiento en nuestro planeta.

¡Gracias Marta por continuar la espiral que nos va elevando!.

[Foto de Eyenumo]

1 comentario:

Juan Martínez de Salinas dijo...

Hola Elia,

Hace unos días descubrí por causalidad tu blog que me parece muy interesante. Así que quería felicitarte personalmente por tu labor. A partir de ahora me pasare habitualmente por aquí.

Saludos,