Chile: ¡lento pero seguro!

En la vorágine del fin de año que siempre da la impresión que tenemos que hacer no sé cuántas cosas, se me pasó comentar acerca de mi viaje a Santiago de Chile a dar una conferencia sobre el Boom de la longevidad.

Fue tan agradable y fluido todo que no sería justo pasarlo por alto.

Hacía algunos años que no estaba allí. Ha crecido mucho, se ha embellecido, se respira prosperidad.

Hay un nivel de conciencia en la población de cómo colaborar entre todos, que es admirable. Debo reconocer que un día mi hijo adolescente reparó en el escudo chileno que dice “por la razón o por la fuerza” y nos sonreímos con complicidad por lo contundente del mensaje.

Sin embargo hoy, entiendo que transitaron un proceso que si bien con los mayores habrán usado esa consigna dura, creo que hoy los jóvenes realmente hacen lo que hacen por la razón. Y los resultados están a la vista.

Fui invitada a dar una conferencia por Alfonso Pérez, director de Goldenseniors una Institución que nuclea a hombres y mujeres mayores de 50 dispuestos a vivir plenamente, con inteligencia y humor, las muchas décadas que la medicina está otorgando.

También estaban invitados los cuatro candidatos a presidente. De pronto escucho al representante de “la derecha” preguntar por Frei (“de la izquierda”) para felicitarlo y agradecerle por un plan que llevó adelante durante su presidencia que había resultado muy bueno y ellos en su momento lo pudieron continuar y mejorar, y hoy la gente disfrutaba de su excelencia.

Para mí siendo argentina, fue demasiado. Hace mucho tiempo que nosotros hemos perdido el respeto por los que piensan diferente, de manera que “jamás podríamos agradecer al enemigo opositor” nada de lo que haya hecho.

Bienvenido el paso del tiempo, que me permite constatar que los pueblos no tienen llaves mágicas ni son tocados por las hadas. Simplemente trabajo lento, valores y objetivos claros y paciencia. No es poca cosa. Quizás por eso en Argentina estamos tan lejos.

Ayer tuvo lugar el balottage, un ganador, sin sospechas de ningún tipo. El presidente entrante ya desayunó con la presidenta saliente, que se va con un altísimo índice de popularidad.

Ejemplo para América Latina.

¡Gracias Alfonso! Porque al invitarme y compartir la realidad de lo que están viviendo aumentó mi entusiasmo con respecto a que al menos los ejemplos los tenemos bien cerca, sólo se trata de tomarlos.