En el transcurso de 2 días murieron, una a los 36 años la otra a los 100. Dos mujeres del espectáculo. La primera en una clínica tratando de re-vivirla infructuosamente, la otra en su hogar, rodeada de afectos después de haber superado un cáncer de mama y sobrevivido por cinco años a uno de pulmón.


Hay grados de intensidad en el dolor que provocan, que dado el Boom de la longevidad y tanto logro de la medicina, deberíamos poder agradecer el vivir con buena calidad de vida muchas décadas, y dejar el dolor y el desconsuelo para cuando la muerte sorprende de esta manera.
Gracias a las dos, si con su desaparición nos permiten tomar conciencia, para disminuir de alguna manera el sufrimiento.
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