Me recomendaron entrar en InfoElder.com, Turismo para mayores, y como acabo de regresar de un viaje muy especial, pensé en compartir la experiencia para sugerir este destino, al menos a los que andan por Latinoamérica.Viajar, es la actividad que más he hecho en mi vida, siempre fue mi “Faro”, lo hice comenzando “a dedo” hasta Brasil, crucé en bicicleta parte de Los Andes, a caballo en Santa Cruz, Argentina, sin desestimar, micros, trenes, barcos y aviones.
Es difícil que me sorprenda muy fácilmente, pero esta vez, quizás por tener más de sesenta -de hecho estuve en las Cataratas del Iguazú a los 20 y a los 40- sin embargo el impacto que tuve esta vez no la había tenido anteriormente.
Definitivamente es un lugar antidepresivo. La energía que hay, no sólo en la fuerza de los Saltos, que son majestuosos e imponentes, casi de otra dimensión, sino que el aire, la exuberancia de la selva, los monos, coatís, iguanas, biguás, hurracas, mariposas… hasta una tortuga gigante, con un tortuguito sobre el caparazón, navegando en contra de la corriente, eso sí ¡muy lentamente!Nos impregnan de tal manera, que es inevitable plegarse a la vitalidad.
Alojarse en el Hotel Sheraton -que es el único que está dentro del Parque Nacional-, tiene el valor agregado de poder repetir cada circuito varias veces, todos los días de la estadía.
Si necesitamos un elixir, volemos a Puerto Iguazú, Pcia. de Misiones, Argentina.
1 comentario:
Me encanta leer tus viajes por el mundo. Que tiempo mas bien aprovechao. Enhorabuena. Pablo
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