Se me ocurrió que la sabiduría que nos llega con el paso del tiempo (es decir, llega y podemos tomarla o no) trae la flexibilidad que nos da observar los procesos.
Esto de haber llegado al Otoño de mi vida me permitió ver de qué se trató la primavera y el verano, y por qué hoy la energía se ovilla aquí, para descansar contemplando la culminación del proceso de “mí” vida, no de “la” vida porque parte de mí ya está en los brotes de los que me suceden.
Dichosos los que por razones climáticas viven con estaciones bien diferenciadas que nos ayudan a ser más conscientes del paso del tiempo.
1 comentario:
Elita, coincido plenamente con vos, la presentación es muy acertada y bella, hace tiempo que pienso que el problema no está en acumular años, sino en llevarlos como una carga inmodificable,sin saber extraer de ellos lo bueno y lo malo que nos dejaron para modificar conductas y transitar otros caminos,
Publicar un comentario