Por C. M. Pérez
CUIDARÁS TU PRESENCIA TODOS LOS DÍAS, VÍSTETE BIEN
Arréglate como para ir a una fiesta.
NO TE ENCERRARÁS EN TU CASA NI EN TU HABITACIÓN
Saldrás a la calle de paseo, el agua estancada se pudre y la máquina inmóvil se enmohece.
AMARÁS EL EJERCICIO FÍSICO COMO A TI MISMO
Un poco de ejercicio, una caminata, aunque tengas que enfrentar la inercia.
EVITARÁS ACTITUDES Y GESTOS DE VIEJO DEPRIMIDO
La cabeza gacha, el cuerpo encorvado, los pies arrastrados No te estimulan ni estimulas a los otros a verte como sos, un ser vivo especial y único.
NO HABLES DE TU VEJEZ NI TE QUEJES DE LOS ACHAQUES
Acabarás por creer que estás más enfermo de lo que realmente estás.
CULTIVARÁS EL OPTIMISMO POR SOBRE TODAS LAS COSAS
Al mal tiempo mala cara. Se tiene la edad que se ejerce.
TRATARÁS DE SER ÚTIL A TI MISMO Y A LOS DEMÁS.
No eres un parásito, ni una rama desgajada voluntariamente del árbol de la vida, ayuda con una sonrisa, con un consejo con un servicio.
TRABAJARÁS CON TUS MANOS Y TU MENTE
El trabajo es una bendición.
Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas. No sólo las que anidan en el ceno del hogar integrando a todos los miembros. Allí se tiene la oportunidad de convivir con todas las edades. Y ensancharás tu corazón a los amigos, con tal que no sean exclusivamente viejos como tu.
NO PENSARÁS QUE TODO TIEMPO PASADO FUE MEJOR
Deja de estar condenado a tu mundo y maldiciendo tu suerte. Recuerda que entre espinas florecen las rosas.
EL ANCIANO DEBERÍA SER COMO LA LUNA, UN CUERPO OPACO DESTINADO A DAR LUZ.
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