
La gran verdad de la vida es su constante fluir, su fresca y desconocida corriente en la novedad de cada momento y su bella y poética despedida del mismo fugaz instante que acaba de pasar.
Latido y silencio: acción, descanso y nueva acción, es decir “renovación constante de la energía” .
Así funciona el Universo, la vida y su milagro mismo de eternidad, avanzando siempre y evitando su agotamiento, mediante la necesaria, imprescindible interrupción o descanso; día y noche. Y otra vez, el nuevo, fresco y luminoso día. Siempre avanzando, en cada nuevo instante de su eterno, fresco y desconocido fluir, sin estancarse ni retroceder jamás.
Extracto de El “secreto” de la Eterna Juventud de Jacobo Zaslavsky (Libre pensador, poeta y escritor)
(foto de horace5id)
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